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Universo by Lucas

sábado, 15 de julio de 2023

Las de junio 2023

 Lucas tiene 18 años y 11 meses…


Estoy fuera del país y él va a visitar a su  novia a otra ciudad por lo que se tiene que ir temprano. Cuando he despertado en encuentro un mensaje de las 5:58am que dice: “Ready pa’ ve a mi mujel.”


Dado que no estoy en el país, y el debe salir temprano de la casa hacia la parada de la guagua (bus), hemos pedido apoyo a un amigo para que lo lleve. Cuando llego de viaje y converso con nuestro amigo me comenta que al pasarlo a recogerle le dice: “Yo en mi vida me había levantado tan temprano. Pero tú sabes, se trata de la novia.”


Estamos con el tema de los preparativos de su partida a Canadá. Eso incluye solicitud de permisos de estudio, visa, búsqueda de lugar para vivir, entre otras cosas.  En lo que estamos hablando me dice que le ha llegado un email sobre el tema de lugar para vivir y le comento que vaya haciendo unas carpetas para que pueda ir ordenando todo lo que le va llegando y me dice:  “Bueno, eso lo hará el Lucas del futuro, porque este que está aquí, ahora mismo no está en eso.”


Le pregunto a qué se refiere con el Lucas del futuro y me dice:  “En el que me convertiré cuando ya salga de este tema de las pruebas nacionales*.  Así que, hasta el 29 de junio no cuentes conmigo.”


Estamos en sobre mesa después del almuerzo viendo temas del viaje para la universidad. Le pregunto si quiere que vaya o no a ayudarle a instalarse.  Él, con toda serenidad, me mira y con voz toda adulta me dice: “Esa es tu decisión. Yo estoy bien con lo que decidas hacer.” LÉASE: Sino vas, te lo sacaré en cara todo el resto de mi vida.” 😂


Como ya se acerca su cumpleaños, me comenta que para celebrarlo un amigo lo ha invitado a un lugar en el que se paga para destruir cosas que ya están dañadas Le digo que no quiero que vaya a eso y me dice:  “Tú puedes recomendarme que no vaya; pero no me puedes negarme a vivir esa experiencia.”


Estamos conversando por teléfono, y  le comento que sería bueno que, en tanto estará unos meses en el país antes de irse a estudiar, hiciera una pasantía para que no se le haga largo el tiempo y que le estoy recomendando en un lugar para ello.  Se queda en silencio por unos breve segundo y escucho que me dice: “Ok.  ¿Qué días? Porque no cuenten conmigo los fines de semana y tampoco los viernes.  Y quiero 20 mil pesos.  Porque si me estás recomendando para eso, es porque crees que yo soy bueno.


Es viernes 23 de junio, por cierto mi cumpleaños, y nos ha tocado entrega finales de las calificaciones del colegio.  Para ello tenemos que ir ambos y sostener reunión con alguna de las profesoras que eran las encargadas del curso.  Llegamos al cole y nos tocó con Daura. Al empezar la charla él se sorprende pues las nota con la materia que ella impartía pues inició en el primer trimestre con un 78 y finalizó en 92.  Entre su asombro y satisfacción reflexiona sobre el cambio que dio con unas palabras que dicen: “Una de las cosas que aprendí en tu clase, es que todo lo que se menciona en un libro, por mínimo que sea, está conectado con algo. Eso me ayudó a mejorar la forma en cómo desarrollaba mis ensayos y a concentrarme en lo importante de un personaje, así como su evolución. Me vi en el cine aplicando esa misma lógica al ver una película y me decía: “Wao, esto es a lo que la profesora Daura se refería. Este es el efecto Daura.”


Una de las cosas que mi estilo de crianza ha fomentado es el de las respuestas fundamentadas; por tanto, siempre me veo argumentando mis decisiones o mi punto de vista ante una situación.   En ese ejercicio, me reta a mejorar mis argumentos.  Pues sucede que llego a la casa y está molesto por una situación que ha pasado con una amiga y que, de alguna forma, me ha involucrado.  Le trato de dar mi perspectiva del asunto, sobre todo porque quería que yo asumiera una responsabilidad sobre algo que no era, y que además, yo entendía que no ameritaba una acción de disculpa de mi parte como él quería. En eso pasamos una media hora o 45 minutos, él exponiendo sus argumentos y yo los míos, hasta que al final me dice señalándome con un dedo con ese gesto de cuando una sustenta una afirmación:  “Tienes tu punto.  Estoy de acuerdo contigo.”


Estamos en la oficina y entra alguien a comentarme sobre un proceso.  Pregunto si es algo bueno o malo y me responde que no se podría decir que es algo bueno o malo porque, al final, todo lo que parece malo, se puede volver bueno.  Lucas que está atento escuchando la conversación dice: “Ves, todo es una oportunidad para crecer.”


Aunque dice que es ateo, está claro quién tiene el control de nuestras vida y no escatima en valerse de lo que tenga a la mano para pedirle. Está ansioso porque llegue el día para irse ,y no hay un momento del día que no me lo comente. Además, está preocupado que no nos de el tiempo para obtener el visado.  Así que, vamos en el carro a buscar su novia y va con esa cantaleta. De repente me dice:  “Mira, de ahora en lo adelante tienes que ponerte a rezar.  Tú eres mi rezadora, mi mesías, mi mensajera, así que ve hablándole a Dios para que llegue ese permiso a tiempo.”


Seguimos en el carro, pero ya ha cambiado de tema.  Comienza con el tema de la protección al medio ambiente, los animales y de repente me dice: “No entiendo a la gente que es vegetariana disque por amor a los animales.  Claro está, a mí no me gusta como matan a algunos animales para después comerlos, pero con un buen sazón, se me olvida.”


Siempre nos llevamos bien y nos hablamos con mucho amor y respeto, pero no voy a negarles que a veces me saca de mis casillas. Es miércoles por la noche y nos estamos preparando para ir a cenar donde una familia amiga. Él se está tardando más de la cuenta y, me va subiendo lo que ustedes se imaginan. Le tiro una palabrota y con una voz calmada y llena de mucho amor me dice: “Pero porque hay que hablar tan feo.”


Llegamos a la casa y ahí nos esperan Brie, Rey y su hijo Dudu.  Todo lo que sigue a continuación se desarrollar con ellos, en la tertulia de sobre mesa. 


Rey comenta qué Lucas le ha demostrado que su pensamiento está por encima del promedio. Lucas muy oriundo le dice: “Ese soy yo. Yo soy otra vaina.”


Luego la película se torna en una conversación sobre cine, que es lo que estudiará.   Le preguntan sobre la nueva de Spiderman y dice: “Yo soy muy piki con el cine. Lo tengo caracterizado, por ejemplo:


Si el guion es malo y la cinematografía es buena, la película es buena. 


Si el guion es malo y la cinematografía es malo la película es mala. 


Si el guion es bueno y la cinematografía es buena, la película es perfecta. 


Es importante siempre tener en cuenta que hay películas que son películas y hay películas que son experiencias. Por ejemplo, tú ves las películas de Marvel, a mí no me gustan, pero tienen un espacio en mi corazón.”


Dudu comenta algo sobre el anime y Lucas dice:  “No me gusta el anime, pero lo respeto. Pero normalmente tienen 49 minutos de frame que no aportan nada a la historia.” 


Entramos al tema de los buenos actores o malos actores y dice:  “Hablar de buenos o malos actores, tienen que ver con él papel que interpreten. Por ejemplo, tú ves Keanu Reeves, él es un actor promedio; pero le han dado roles para él y los ha interpretado bien.” 


Le preguntan su opinión sobre películas con figuras del deporte específicamente de Space jam y dice: “Space jam, no te la veas. Eso es puro marketing. Eso da asco.” 


Les comento que él  también le gusta mucho la fotografía y que tiene una cuenta de Instagram que se llama @fotapoka Le pregunta por qué le gusta la fotografía y dice:  “Yo estoy aquí sentando, y estoy viendo esa luz que está allí, y lo único que estoy pensando es cómo hacer una foto. Yo pienso el mundo a través de la fotografía. 


Comento que estoy sorprendida de escucharle de todas esas reflexiones y que ya me imagino cuando él estudie, le pasará algo que me pasó a mi al hacer mi maestría en género y me dice:  “Cuando yo estudie, yo voy a ser un peligro.”

 

Una de las recomendaciones que le hicieron fue tomar en cuenta, ahora que vivirá solo en otro país, es sobre posibles vicios y o adicciones.  Él escucha atentamente y luego hace está reflexión que dice: “El tema de las adiciones me tiene sin cuidado, porque estoy claro que en eso no debe gastarse. No es verdad que voy a decidir ahora hacerme adicto a algo ahora cuando nunca lo he hecho antes. Yo prefiero agarrar ese dinero y ahorrar para invertir en comprar una buena cámara.”


Sigue reflexionando sobre el tema del miedo y dice:  “Algo a lo que yo pudiera tenerle miedo, es al tema del inglés.  Siempre me ha frenado eso.”  Yo comento que debería tal vez trabajar ese miedo yendo a un psicólogo antes de irse y me dice:  “Mami, no tengo que ir a ningún micólogo. Eso se me quitará a los dos meses de estar allá.”


Finaliza la velada, en la cuál ha sido el centro de atención y, cuando nos montamos en el carro, me dice: “Coño, yo si toy viejo, cuánto he hablado el día de hoy.”


Llegamos a la casa y me dice: “Bueno MaMi, yo voy voy a ratonear para mi habitación. Eso significa que me voy a trancar y no quiero que nadie me joda.”




*Las pruebas nacionales son exámenes de promoción que el Ministerio de Educación de la República Dominicana convoca para toda la población estudiantil que finaliza la educación media y secundaria.

sábado, 1 de julio de 2023

Hazte el sordo....como la ranita del cuento: Serie Lucas´tips for life

 En la vida, una está expuuesta a diferentes situaciones. Para Lucas, las vacaciones en dominicana siempre significan un encuentro agradable con sus amigas y amigos, su cultura, su comida, la libertad con la que se puede ser niñ@ en nuestro país y no morir en el intento, pero también es el encuentro con algunas cosas que debe manejar, que no son tan agradables.


Una de ellas ha sido jugar y exponerse a una serie de "motes" que, en su caso, han sido impulsados por personas aldultas y seguidos por l@s niñ@s con quienes juega. Por ejemplo, ha tenido que oír como le decían "anemia" por no tener fuerzas a la hora de jugar con un "bubbles bump" o que le digan "ese no viene na" cuando le prometían que lo irían a recoger para llevarle a un lado, entre otras cosas; o que le digan "mano ca..." cuando se le ha caído algo de la mano.

También, en estos días de vacaciones lo llevé con su amiga Gía a patinar en un centro comercial dominicano. Era la primera vez que Lucas se subía a unos patines, y realmente era todo un espectáculo ver como se caía estrepetisosamente y volvía a levantarse.


La pista de patinaje se encuentra en la primera planta del centro y llegan muchas personas a ver a las niñas, niños, adolescentes y no tan adolescentes que se arriesgan a la aventura sobre hielo, aunque no es hielo. Ahí estaba mi Lucas, con Gía, que dominaba un poco más el arte del patinaje. Se caía una y otra vez, la gente se reía, yo también me reía. Venía hacia mí y me decía, "Mami, la gente se rie. Tú te ríes" Y yo le decía, es lo bueno de la vida, debemos aprender a reirnos de ella.

En cada una de estas situaciones le digo, que eso no debe molestarlo, pero que, si le molesta, tiene que hacerse el sordo, como la ranita del cuento, que logró subir la gran antena aún cuando le vociferaban que no podía hacerlo. Cuando le preguntaron a la ranita como había logrado subir ante todo ese palabrerío que le decían, ella dijo: "repita de nuevo la pregunta, es que no le he oído bien, pues soy sorda". Así debe ir una por la vida, sord@ a las vociferaciones que no aportan nada positivo a nuestars vidas.

Quisieramos ir por la vida evitandole un montón de cosas a nuestr@s hij@s, o por lo menos ese era mi caso. Sin embargo, he aprendido que no controlo nada y que, al contrario, de lo que debo dotar a mi hijo es de herramientas para defenderse ante las adversidades que va a encontrarse en el camino.

Vamos Lucas, walk for good!!!

Publicado originalmente el 7 de enero del 2011.  Por error se publicó en mi blog "La casita de Betania".