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Universo by Lucas

sábado, 22 de octubre de 2022

Las de septiembre 2022

 Lucas tiene 18 años y dos meses…


Ustedes saben que somos muy unidos y qué, normalmente, nos contamos muchas cosas. Me encanta que confíe en mí y que crea en mí como fuente de inspiración. Tengo una llamada perdida y, al devolverle le pregunto si ha pasado algo y me dice: “Es que se me ha ocurrido una idea aperísima (muy buena) y quiero contártela.  Lo haré cuando llegues.”


Es de mañana y estamos en los preparativos del día a día antes de salir a nuestros respectivos quehaceres. En un momento llega a la habitación y me dice: “Estoy preocupado. Este es mi último año escolar, por lo tanto debo empezar a pensar en mi fututo.”


Está en esa etapa de la vida que en algunos momentos no quiere saber ni de él mismo, y lo sabe.  Lo intuyo porque un día cualquiera de estos dieciocho años y dos meses y me dice: “Quiero que pase este tiempo de teenager, me tiene harto. 


Estamos preparando la cena y está comentándome cómo preparar un pescado.  Parece que por la forma en cómo lo está haciendo, le recuerda a su Padre porque me dice: “Me estoy pareciendo  a Geovanny, Dios mío que me está pasando.”


No suele llamarme en horarios laborables, más bien caso siempre me pregunta por Whatsaap si puedo hablar para luego llamarme.  Es un xxx por la tarde y encuentro un mensaje que dice:  “Llámeme que te tengo un trabajito de Madre.”


Cuando le llamo se da una conversación en la que me cuenta en que consiste el trabajo de Madre que tiene para mí.  Yo voy viendo con la intención con la que viene y de una vez le interrumpo dando mi punto de vista y me dice:  “Eso es lo tuyo.  Tú no me dejas desarrollar.”


Pues, le dejo desarrollar y, en el trabajo de Madre qué quiere que yo haga, debo corroborar la seriedad de una tercera persona ante la madre de su novia para que así se puedan ir a la playa.   Al final de la explicación me dice: ¿Aceptas mi propuesta?   


En este momento no recuerdo de qué estábamos hablando, pero le había dado unas estadísticas para demostrarle por qué algo no funcionaba. Solo recuerdo que me dijo: “Si me llevo de la estadísticas, no lo intento.” 


Estoy en la cocina y él en su habitación.  Desde ahí, que es una distancia algo considerable, parece que no me escucha pues me pide hablar más alto a lo que yo solo comento !Hola! Y ya no digo más. No sé que pasó, pero creo que lo expresé con un tono de víctima incomprendida porque escucho que me dice: “Ay dio’mío la gente. Jesuuuuu”


Yo lo estoy llamando por una araña que está en mi habitación y necesito apoyo para sacarla.  A la vez, su novia, que está de visita, está llamándole para que le ayude en algo. Le escucho a lo lejos que dice: “Ay no ay no, yo no puedo con dos mujeres en esta casa.”


Cómo algunas veces pasa que yo quiero dormir y él quiere hablar, ja ja ja se mete en la cama y comienza a filosofar. En una de esas me dice: “Yo no entiendo cómo una persona no se valora asimisma”.


Nos han avisado desde el colegio que en el mes de octubre tendremos un fin de semana largo, pues no tendrán clases ni un viernes, ni el lunes siguiente a este, debido a un taller para el personal.  Estamos conversando sobre ello y me dice:  “Por fin un fin de semana para descansar en mi casa.  Y no se te ocurra hacer nada, que tú eres famosa creando planes y decírselo a uno el día antes.