Lucas tiene 19 años y un mes…
Me encanta lo sensible que es y cómo se preocupa siempre por preguntar si una está bien. Ha estado lloviendo mucho en el país, pero estamos en dos ciudades diferentes. Le envío fotos de cómo está nuestro residencial con las calles inundadas y demás. Se asombra con las fotos y me envía un mensaje que dice: “¡Ay! Dios mío. Tú estás bien? Cuidado con el río.”
Está regresando a la ciudad en transporte interurbano. Como la parada queda cerca de mi oficina, le comento que como llegará cerca del almuerzo, puede ir a almorzar allá y luego se va a la casa. Le envío el menú del lugar donde pedimos y le pregunto que quiere y me dice: “Arroz blanco, pollo con wasakaka, habichuelas, y un jugo de cereza, tú sabe, pa´que baje bien.”
Está realizando unos trámites de la universidad y me pregunta sobre cómo hacer con un problema que se le está presentando. Cuando le respondo me dice: “Primera vez que usas tu pensamiento crítico de forma tan espléndida.“
Como estará viviendo fuera, le propongo que pasemos a tener un V-Blog, o podcast en el que me vaya contando sobre su nueva vida y me dice: “No quiero. A ti que te gusta estar compartiéndolo todo. Uno debe tener cuidado, tú te imaginas si yo me vuelvo famoso y alguien encuentra algo que dije en ese podcast y lo usa en mi contra.”
Creo que anteriormente, les he contado que siempre se queja de que hago planes sin tomarlo en cuenta. Pues estamos ya cerca de su viaje, y tenemos unos amigos que quieren ver si se pueden ver antes. Le consulto y me responde con el siguiente mensaje de Whatsaap qué dice:
Ya hemos llegado a su nuevo destino y, en un principio no estaba muy contento, creo que se imaginaba algo diferente a lo que fue viendo. Como le he acompañado, pero nos hemos quedado en lugares diferentes, como a las 6 de la mañana entran unos mensajes donde me pide que vaya para dónde está. Le pido que me de unos minutos para alistarme, pero le entre una desesperación y se da esta conversación que dice:
6:04am
Él: ¿Tú viene a pie o cómo?
Yo: A pie.
6:17am
Él: ¿Dónde tú ta?
Yo: Ya voy salir.
6:26am
Él: “Miosoti, Ay dio mio. Yo voy a salir pa´dónde ti entonce 😓”
6:35am
Yo: Voy caminando.
6:36am
Él: Live location
6:38am*
6:39am
Mira que estamos conectados, te la envié sin haber visto el mensaje.
10:48am
Él: Ute camina lento
Yo: 🤣 Muchas subidas
Él: Última ve que tu viene a pie.
Yo: No mi hijo, sirve para hacer ejercicio. Eso está super bien.
Él: Pero e una eternidad que tengo que esperar pa´salir. Ya te veo. Ya te vi.”
* Las horas del post son diferentes de las fotos porque ya las tomé de regreso en RD y se actualizan las horas.
Aunque el primer día en Canadá le ganó el miedo, ya al segundo estaba haciendo planes de cosas qué hacer a futuro, a parte de estudiar. Me escribe que le están consiguiendo un trabajo. Le pido que no se desenfoque, que él fue a estudiar y me dice: “No es desenfocao, pero entiende que te quiero ayudar, Mami. O sea, de verdad que se me va a comer el alma verte trabajar demás. Así que, tranquila, se busca la forma y se adapta. Ya me di cuenta que le mimimun wagk aquí es 16.75.”
Está participando de su primera reunión en la universidad. La misma se está desarrollando o de forma virtual y, mientras eso sucede, me va pasando información por whatsaap de lo que van diciendo. En una de esas me pone un mensaje que dice: “Unlimited transport. 45.10 dólares al mes. :D para toda las 3 zona. :D anótalo en el presupuesto.”
Es lunes, 11:11am y me llama para decirme qué le envíe una copia del permiso de estudio. Yo, que estoy en otro lugar tengo que pararme, buscar el papel, hacer la foto y enviársela, a las 11:13am me envía un mensaje que dice: “Cuando tú quiera, eh.”
Es el cumpleaños del hijo de una amiga y le comparto una foto de él comentándole lo grande que está y me dice: “Normal, la gente crece.”
Estamos ya a un día de mi regreso y hemos ido a cenar con unos amigos. Al regresar tomamos el metro hasta su estación y luego a mi me toca irme en bus. Como ya es tipo 9 de la noche, los buses no pasan con la misma frecuencia. Le comento que el próximo bus viene en 20 minutos y me dice: “Te conviene mejor caminar. A mí no me gusta caminar, pero por el solo hecho de que en RD no se puede hacer eso y, por si acaso, lo hago. Asi que, ya tu sabes, date esa última caminata 🤩.”
Creo que una de las cosas en las que ha aprendido al vivir conmigo es a planificar. Está ya solo allá en Canadá y se está organizando para entrar a la universidad y ver cómo le va con la comida. En eso, se da entre nosotros esta conversación en la que me manda el menú que ha preparado y la forma en cómo se está organizando que dice:
Aun cuando se ha preparado para poder prepararse sus comidas, pues por experiencia sé que no es fácil esa cocinera todo los días y más cuando ya ha empezado clases. Pero, como él es muy considerado en el uso de los recursos, un día me escribe un mensaje que dice: “Toti voy a pedi algo de come asap. Que ta lloviendo y no tengo sombrilla pa compral calne.”
En estos primeros días que ha estado solo, el presupuesto ha sido un issue. Está planificando, organizando, tirando y encogiendo, jajaja. Parte de las conversaciones que se han dado han sido estás que dice:
Ha ido a una actividad de la comunidad dominicana y está feliz porque comerá comida del patio. Me manda una foto de cómo va la actividad y le pregunto como está todo por ahí y me dice: “Super bien. Me dieron pal de truco pa´la compra. También me dijeron que tengo la cabeza bien pueta viniendo para acá a estudiar cine, que soy joven y voy a llegar lejos 😎😎😎.”
Casi ya está comenzado las clases y como sospechábamos, hubo una materia que sólo la tomó él. Cuando me está contando me pone un mensaje que dice: “Nadie cogió indigenous presence. Eso es bueno. Ma´atención pa mi :D.”
Es 5 de septiembre y, su primer día de clases. Intercambiamos este mensaje que dice:
A mí me tocaba viajar ese su primer día de clases y, cuando ya he llegado a mi lugar de destino, tipo 11 de la noche de RD, super cansada, pero en el mismo huso horario suyo que son 3 horas menos le escribo informándole que llegué bien. Él tiene ganas de hablar, claro está, para contarme todo sobre ese, su primer día. Al final, terminamos la conversa con estos mensajitos que dicen:
