Universo

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Universo by Lucas

miércoles, 17 de enero de 2018

Las de diciembre 2017

​ Lucas tiene 13 años y 5 meses...
Una de las cosas por las que se caracteriza y que me encanta es su franqueza. Es así como estamos hablando por teléfono y y cuando ya tenemos un rato hablando me dice: "Bueno como que estamos hablando más de la cuenta, ciao."
Aunque ciertamente a veces no quiere hablar por teléfono, otros días quiere extenderse. Estoy en un taller de la oficina fuera de San Salvaddor y en el horario antes de la cena estoy conversando con él, quien estaba hablando hasta por los codos. Cuando le comunico que le tengo que dejar porque ya debo incorporarme a las actividades, me dice: "Ta’bien me cambiaste por tu corito sano."
A mi me gusta hacer retiros de silencio varias veces al año, por lo que es una práctica que él está acostumbrado a ver en casa. Estamos conversando de un campamento que hizo de capoeria y de cómo el profesor se ocupó de hablerles sobre temas importantes para ellos y me dice: "Quiero irme a hacer un retiro, pero no de silencio o cristiano, sino donde las personas lleguen a compartir sobre sus vidas y así yo poder aprender."
Falta todavía una semana y media para que venga. Me llama y suena como que está subiendo un juego porque escucho el sonido de que ya está cargando y me dice: "Bueno, dejemolo aquí y hablemos el jueves cuando yo llegué allá."
Ahora las llamadas son parte de nuestro día a día y fuente para el blog. Estamos en una de ellas pero esta vez por el messenger de Facebook, pues su teléfono lo habían confiscado en el colegio. Al hacerlo por esa vía él ha tenido que entrar en el Facebook cosa que hace tiempo no hacía y va viendo las fotos y me dice: "Mami tú parece una viejita con flow en todas las fotos que tú te tiras. Es que esa canitas que tú tienes te hacen ver saci.” (Saci es una forma que tiene de decir sexy.
Ya ha llegado a El Salvador y, como era de esperarse al día siguiente estamos en su lugar favortio, la playa El Tunco. Pero como es de noche, no estaba preparado para ir a meterse al mar, pero no se ha resistido y lo veo venir hacia mí y me dice: "Toma el celular, pero con esto (señala los pantalones todo mojados) hubo un error del sistema."
En estos días está sonando mucho en la radio una canción que utiliza la palabra flow, y a mí se me ha pegado, entonces a cada rato la digo. Seguimos en el Tunco y me veo algo que me gusta y digo que tiene flow. Él me mira muy seriamente y me dice: "Estás abusando de la palabra flow. Si vas a usarla úsala bien."
Seguimos caminando por las calles del Tunco, un lugar super bohemio y nos encontramos con un lugar donde se puede bailar hula-hula. Yo salto rápidamente por uno, empiezo a bailar recodarndo mi niñez y él con cara de espanto mira a las personas que están con nosotros y les dice: "Yo no conozco a esta mujer."
Vamos por la carretera y está empezando a atardecer. Él me pide parar el carro en un mirador y me dice : “La gente que vive aquí tiene el privilegio de ver ese atardecer todos los días, deben estar agradecidos.”
Estamos en una librería buscando un regalo para una amiga. Al hallarlo me dice: “Ya tengo el regalo, pero ahora voy a ver tranquilo la librería así que siéntate. Es más, me señala un estante de salud, entretente aquí, en estos que tienen cosas que te hacen reflexionar.”
No niego que soy algo dramática y a veces me pasan cosas en las cuáles exagero mi reacción. Estamos en la cocina preparando algo de comer y cortando unos vegetales me he cortado y he montado el gran show. Él se acerca asustado para ver y cuando ve lo que me he hecho se acerca y me dice: "No te cortaste, te punzaste que no es lo mismo. Apréndetelo."
Está conversando por skype con su primo y yo escuchandolo todo reacciono perdida ante algo que le está comentando al primo y me meto y digo que no entiendo. Él me mira y sigue en la conversa con su primo y le dice:”Mami últimamente está que no se las lleva. Creo que es porque está muy viejita.”
Es 31 de diciembre y estamos esperando el cañonazo en la casa de unos amigos que acostumbran a que se reviente una piñata para los más pequeños. Como ya él está más grandecito creo que no va a ir, pero insisten en llamarle para que participe y él se levanta de su silla y me dice: "Ok. Déjame ir matar la depresión."
Estoy viendo que le está dando super duro a la piñata, y claro con toda esa fuera y ser mayor que todos no había de otra. Al regresar con todos sus dulces me los entrega y me dice: "Depresión desahogada." Esta sonando mucho su teléfono por los mensajes que entran a WhatsApp y le pido que lo silencie y me dice:”Tranquila que eso pasa cuando uno tiene muchos amigos.”
Estamos almorzando en un restaurant vegano/vegetariano al escuchar la música de ambientación, algo como una onda bossa, dice:”Y aquí es cuando un idiota preguntaría “¿la música también es vegetariana?”” (#PLOP).
Aquí una foto,tomada por él, de esos bellos atardeceres que pudo contemplar cuándo estuvo en El Salvador: